AGRICULTURA CHILENA
AGRICULTURA CHILENA EN EL SIGLO XX: CONTEXTOS, ACTORES Y ESPACIOS AGRICOLAS
Autor: Roberto Santana Ulloa
Editores: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) y Universidad de Los Lagos (CEDER), 2006.
Presentación resumida por el autor:
Breve historia : dos épocas van a ser tratadas, una primera que va desde los años 1920 hasta 1973 (tesis doctoral “Modernización en los campos chilenos” ) y una segunda que va de 1974 hasta el año 2000 (la transición capitalista bajo el modelo neoliberal).
El libro se construye sobre varias ideas “organizadoras salidas de experiencias diversas : la investigación agraria, la política militante, el trabajo en instituciones del agro y como frecuentador del medio campesino gracias a mis propios orígenes familiares.
Se trata de un análisis que parte del principio que el contexto en que se movió el conjunto de la agricultura a lo largo de todo el siglo XX era capitalista. Esta afirmación parece hoy una verdad de “Perogrullo”, pero hay que ponerse en el contexto de los años 60 y 70 que fueron cruciales para la interpretación dominante sobre la agricultura del siglo. Las visiones dominantes para el análisis eran entonces “campesinistas”, “feudales o semi-feudales” , con lo que se introducían ambigüedades e incoherencias.
Mi idea fue de aplicar con la máxima rigurosidad las lógicas propias del capitalismo:
1. Primera idea: el “desarrollo desigual” es la regla de base del desarrollo en la agricultura, según los productores (pequeños, medianos, grandes), según los espacios geográficos, según la localización de las explotaciones agrícolas en relacion a los mercados. El desarrollo se hace siempre en un contexto de contradicciones y de crisis: en tiempos cortos y tiempos largos, con una dinámica de contenido doble y contradictorio, es decir, de “destrucción” y de “recomposición” al mismo tiempo.
2. Segunda idea: la caracterización dominante de la agricultura en el siglo se había construido en los años 60 sobre la base de un conocimiento insuficiente de la agricultura y de la sociedad rural, de su complejidad, de su diferenciación geográfica, de sus ritmos diferentes de evolución. Breve crónica: Mc Bride, algunas monografías (Valle del Puangue, Valle de Putaendo), algunos estudios sectoriales (“los inquilinos” de Góngora), una gran generalización: el informe del CIDA
3. Tercera idea : El rasgo dominante de la agricultura chilena del siglo XX era una “modernización lenta” y no una “modernización bloqueada” que era la idea predominante. Se trataba de demostrar que esa modernización lenta era el resultado de la “subordinación” de la agricultura a las necesidades del desarrollo de la industria nacional.
Era necesario apartarse de la idea maniqueísta de que todo lo que tenia que ver con la lentitud del cambio y con el atraso tecnológico de muchas explotaciones agrícolas era de la responsabilidad exclusiva de las estructuras de la propiedad agrícola.
4. Cuarta idea: había que dar un lugar en el análisis a las características muy particulares de la organización de los mercados agrícolas en Chile: “la metropolitanización” santiaguina impidiendo por razones de la geografía del país el funcionamiento del mercado según otros modelos de competitividad conocidos, el de Christaller en particular. Este approach permitía analizar la búsqueda de equilibrios para permitir la entrada al mercado central metropolitano de los agricultores del sur del país. Pugnas entre los productores del centro y del sur y mediación del Estado.
5. Quinta idea: era necesario terminar con la confusión a propósito de los contratos agrarios. La reforma agraria iba a enfrentarse a problemas y conflictos por no haber tenido cuenta de este problema de la complejidad de los estatutos del inquilinaje y las mediarías principalmente. La proposición de “la tierra para los que la trabajan” no me pareció nunca una consigna realista, puesto que no se planteaba con rigor la cuestión de fomentar un campesinado “viable”. No era verdad que el “destino natural” de todos los asalariados del campo era llegar a ser agricultores. Una cuestión no resuelta por la reforma agraria fue la modernización de los contratos agrarios.
6. Sexta idea: era indispensable hacer una critica del informe del CIDA que se habia transformado en la “Biblia” de la reforma agraria: “Chile: Tenencia de la tierra y desarrollo socio-económico del sector agrícola”. Era una generalización a partir fuentes insuficientes, pobre en la reflexión interpretativa y construida con un sesgo ideológico muy marcado. Sin embargo, se transformó en la referencia principal para todos: especialistas del agro, sociólogos, economistas, expertos, políticos.